Carmen Saa y Luis Vásquez
Mi vida económica antes de llegar al Congreso estaba muy mal, mi esposo aún siendo médico no tenía empleo. Habían cheques sobre girados. Yo también estaba mal económicamente ya que tenía mis estudios, pero no podía ejercer ni crecer de la manera correcta lo que estudié. No teníamos trabajo, ni tampoco dinero, estábamos llenos de deudas, mi esposo estaba a un paso de ir a la cárcel. El momento más difícil fue ver a mi esposo enfermo y también que yo me empecé a enfermar, comenzaron las discusiones en el hogar por todos los problemas, y nuestro matrimonio estaba a punto de terminar.
Cuando llegamos a la Universal y escuchamos de un Dios capaz de cambiar nuestra vida económica y que transformaría todas las áreas de nuestra vida, entonces comenzamos a luchar.
Participamos con fe del Congreso para el Progreso y empezamos ser fieles con Dios, a la semana siguiente de participar la respuesta fue inmediata ya que los dos encontramos trabajo. Comenzamos a pagar las deudas y a conquistar en todos los sentidos, principalmente en lo espiritual. Luego logramos nuestra casa propia, es grande, con amplios
dormitorios, otra conquista fue que nuestra hija volviera a casa y así se nos fueron abriendo las puertas hasta que logré mi centro de estética. Hoy Dios nos ha dado un auto 0 kilómetros. Gracias a Dios, vivimos bien. Mi esposo no ha vuelto a tener problemas de salud ni de deudas. Hoy hay armonía, amor, unión y respeto. Todo lo que alguien puede querer.