Crecí en un hogar con muchas peleas, mi papá era alcohólico y eso me dio un rechazo a los hombres.
Mis relaciones pasadas fueron tan frustradas, que no pensé que un día me iba a casar.
Sin encontrar la felicidad intenté una relación con otra mujer, pues pensé que ninguna mujer que engañaría, pero aún así ella me engañó.
En ese momento en que no estaba bien alguien me invitó a la Terapia del Amor, escuché cosas que nunca había oído, que podía ser feliz, que el sueño de casarme podía ser realizado, pero, primero tenía que sanarme.
Pasó un tiempo, ya había reconstruido mi interior y conocí a Luciano, él estaba interesado en mí y empezamos a conocernos. Nos casamos en la Terapia del Amor, tenemos casi dos años de matrimonio, hemos continuado en la Terapia del Amor, aprendiendo y hoy realmente conocí lo que era felicidad. Hoy vivimos el Amor Inteligente.
María Isabel