19 de noviembre 2024
En 1 Juan 5:6 dice así:
“Este es Jesucristo, que vino mediante Agua y Sangre, no mediante Agua solamente, sino mediante Agua y Sangre”.
El Señor Jesús Reveló en la práctica todo el proceso que nosotros, seres humanos imperfectos, debemos seguir para que seamos:
Perdonados, libres de toca culpa, error, cometido conscientemente y inconscientemente.
Transformados de criaturas problemáticas, infelices, incompletas en hijos del Dios- Vivo.
Hechos siervos de Él y no más de nuestras inclinaciones, manías, tradiciones, fantasías.
Jesucristo vino mediante el Agua, es decir, Él fue Bautizado en el Rio Jordán para darnos el ejemplo a seguir.
Como así también vino mediante la Sangre: Se entregó en Sacrificio – Voluntario, Santo, Vivo y Agradable a Dios, muriendo en la Cruz por nuestros pecados en el Calvario.
“Porque Tres son los que dan Testimonio en el Cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos Tres Son Uno. Y Tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el Agua y la Sangre, y estos Tres Concuerdan”. 1 Juan 5:7-8
Acá vemos que en la Tierra está el Espíritu Santo, buscando a los sincero que quieren arrepentirse para enterrar la vieja vida de frustraciones, dolor y soledad y vivir en Novedad de Vida.
El Espíritu Santo Quiere Generar un testimonio de novedad de vida en el ser humano, pero tiene que haber agua (Bautismo de Arrepentimiento) y Sangre (Sacrificio de vida en el Altar—entrega total) y cuando eso sucede, entonces allí hay Concordancia, porque tanto en el Bautisterio—arrepentimiento—, como en el Altar — entrega total—, debe haber renuncia y entrega.
Así como sucedió con el Señor Jesús, el Espíritu Santo vendrá sobre quien hoy vaya al Agua (Bautismo de Arrepentimiento) y al Altar (Donde sacrificamos voluntariamente la Sangre), y será un testimonio en la Tierra viviendo en Novedad de Vida. Probando así que si, Dios Existe y habita en nosotros como Prometió atreves de Su Santo Espíritu.
“Y este es el Testimonio: que Dios nos ha dado Vida Eterna, y esta Vida está en Su Hijo”. 1 Juan 5:11
Este es el mayor Testimonio que podemos recibir, que somos hijos de Dios — con la certeza de la Vida Eterna, que empieza por la Novedad de Vida acá en la Tierra a través del Bautismo en las Aguas y con el Espíritu Santo.
Recuerde: para tener Novedad de Vida, hay que sacrificar la vieja vida.
Si tu sacrificio no contiene su vida–voluntades, será inútil subir al Altar.
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Obispo Júlio Freitas
Nos vemos en la IURD o en las Nubes!